miércoles, 8 de octubre de 2008

Ahí vienen los enanos

Cuando amanecieron un día y contaron sesenta enanos, los residentes de una aldea en el centro de China comenzaron a preocuparse. Y no los culpo. Un enano, pues vaya. Dos enanos, pasan. Pero ­sesenta enanos!...La noticia corrió como un reguero de pólvora, como corren todas las malas noticias y los bochinches gubernamentales. ­Sesenta enanos! Habíamos sabido de diluvios, lluvias de fuego y azufre, salarios ministeriales y reelecciones presidenciales; pero que un pueblo fuera castigado con una peste de enanismo, ­jamás!La aldea de Huilong, en la céntrica provincia de Sichuan, se convirtió en punto obligado para los científicos chinos ansiosos por justificar sus títulos y salarios. La gente clamaba por explicaciones y, sobre todo, por soluciones. Estaban al borde del colapso nervioso. Ya se hacía difícil distinguir entre los párvulos y los afectados por el extraño mal. Aquello estaba pareciendo una guardería.Llegaron, pues, los cráneos y enseguida metieron manos a la obra: análisis de esto, de lo otro, de lo de más allá. Preguntas aquí, allá y acullá. Mientras, esperaba la aldea esperanzada y los enanos ya sin remedio.Diez de los enanos medían menos de un metro, el resto se consolaba con el detalle de que medían un par de pulgadas más que los diez primeros. Todos se desesperaban por saber el origen de su pequeña característica.Corrían los días y los viáticos de los científicos. Se amontonaban los análisis y las estadísticas. La gente confiaba en aquellos estudiosos enfrascados en la lucha por arrancar luz de la oscuridad. Alguien, en un arranque de admiración al verlos, señaló que el estudio hace grandes a los hombres.-Entonces, que estudien los enanos, blasfemó otro no tan optimista.Hasta que por fin se hizo la luz. El secreto fue develado.El problema de la aldea china estaba en el agua ­siempre el agua! Los expertos descubrieron que, como en cualquier sucursal del IDAAN, el agua potable de los aldeanos poseía un nivel excesivo de mercurio. El gobierno prometió `tomar' las `medidas' pertinentes y no se ha reportado ningún otro caso de enanismo desde que comenzaron a recibir agua no contaminada.Por nuestra parte, deberíamos imitar a los chinos y enviar un contingente científico a explorar los niveles de mercurio del agua suministrada a la Asamblea Legislativa y a las sedes de los partidos políticos de oposición. ­Una peste de enanismo intelectual y moral campea por aquellos lares!®

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