Como en todo. Del negro al blanco hay una inmensa gama de grises. Al igual que en la red, donde encontramos de todo. Encontramos a quienes amparados en el anonimato que ella brinda se dedican a la burla, a la mentira y a la destrucción, dando rienda suelta a los aspectos más oscuros que llevan sembrados en sus seseras y sus espíritus. Pero, también encontramos a muchísimos congéneres que nos permiten recobrar la fé en el género humano, recobrar la confianza en sentimientos como el amor, la amistad y la solidaridad.Sucede que no soy muy diestro manejando estos artilugios - la computadora y la red-, pero hace unos días logre colarme a uno de esos parajes virtuales llamados chats y la sorpresa fue gratificante. Me encontré con un grupo de personas de una extremada inteligencia y sensibilidad humanas.Personas que aún creen en los mejores aspectos de la humanidad y lo manifiestan a través de la amistad, el amor, la sinceridad y el diálogo franco y cordial. Y con eso de las webcan y el audio incorporado, quienes hasta ayer eran lejanos desconocidos, hoy se transfiguran en seres de carne y hueso, capaces de signar nuestro espíritu con el brillo de una mirada, el encanto de una bellísima sonrisa, o el particular timbre de una voz.Definitivamente...el mundo está cambiando. La tecnología está echando por tierra las fronteras allá por los lados de las relaciones humanas. Gracias a estos avances, se globalizan el amor, la amistad, la camaradería personal. Lo cual, en un mundo donde campea el descreimiento y la impronta pesimista, adquiere tintes esperanzadores para todos los que se niegan a apartar la mirada del sol.Como en todo, del negro al blanco hay muchos matices. Y en medio de un panorama donde suena el metal de las armas, esa corriente humana que cada día crece en la internet podría significar la diferencia para el futuro cercano.
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